El uso del celular en los menores de edad: China busca limitar el tiempo de actividad diaria y genera debate
En un mundo donde varios países están tomando medidas para regular el uso de dispositivos electrónicos en la infancia, la atención se dirige hacia China, que está en proceso de establecer una norma para limitar el uso de teléfonos móviles y aplicaciones en menores de edad.
El objetivo es restringir a un máximo de dos horas diarias el tiempo que los niños y adolescentes pasan frente a las pantallas. Sin embargo, esta iniciativa plantea interrogantes sobre la efectividad de tales medidas y el verdadero alcance del impacto de la tecnología en la vida de los jóvenes.
Mientras que naciones europeas y asiáticas como Suecia, Países Bajos, Italia y Francia tomaron medidas como la inversión en libros impresos en lugar de la educación digital o la prohibición de dispositivos en el aula, Argentina se enfrenta a un desafío previo: la brecha digital.
Los expertos advierten sobre la influencia de la inteligencia artificial y abogan por una discusión sobre quién debe asumir la responsabilidad de proteger a los niños en este entorno digital en constante evolución.
La propuesta china plantea la creación de un “modo juvenil” en los dispositivos, con una interfaz adaptada a la edad del usuario, que restrinja el acceso a ciertos tipos de contenido según la franja etaria. Por ejemplo, los niños menores de 8 años podrán usar el teléfono durante 40 minutos al día, mientras que los adolescentes de entre 16 y 18 años podrán utilizarlo durante dos horas.
Sin embargo, surge la pregunta de si estas restricciones son efectivas para cuidar de los jóvenes o si es necesario considerar otros factores de igual o mayor importancia.
Roxana Morduchowicz, experta en Comunicación de la Universidad de París y asesora de la Unesco en Ciudadanía Digital, argumentó que el foco debería estar en el momento adecuado para que los niños tengan un celular y en el contexto en el que lo usan. Además, destacó que el acompañamiento de un adulto puede influir en la forma en que los jóvenes interactúan con sus dispositivos.
“La mejor respuesta a cuántas horas por día los chicos deberían usar un dispositivo es: depende. Los teléfonos móviles deberían llegarles cuando están terminando la primaria o empezando la secundaria, porque es en ese momento cuando ganan en autonomía e independencia y los padres necesitan mantener contacto con ellos”, expresó la experta.
Los pro y contras del uso de la tecnología en los jóvenes
Otro aspecto crucial es el tipo de uso que se hace de los dispositivos en ese tiempo limitado. Silvia Bacher, representante de América Latina y el Caribe ante la Alianza Global de la UNESCO para la Alfabetización Mediática e Informacional, resaltó que, en dos horas, se pueden explorar oportunidades educativas y creativas, pero también exponerse a contenidos perjudiciales o situaciones de riesgo.
A medida que China busca establecer estas nuevas reglas para limitar el uso de dispositivos en adolescentes y niños, surgió un debate global sobre la necesidad de regular la interacción de los jóvenes con la tecnología. Los desafíos son variados: desde la brecha digital hasta la protección de los menores en un entorno digital complejo.
En última instancia, resulta indispensable encontrar el equilibrio entre el acceso a la tecnología y la seguridad de los jóvenes, un tema que trasciende fronteras y requiere de una reflexión profunda y colectiva.